sábado, noviembre 26, 2016

FIDEL CASTRO

Ha muerto Fidel Castro.

Solo recordar el artículo 5º de la Constitución cubana nos hace emocionarnos ante una extraordinaria lucha por la libertad.

Desde aquí, nuestro más sentido homenaje.



No sé, a veces me lío con los enlaces...

jueves, noviembre 17, 2016

martes, noviembre 15, 2016

EL MINISTERIO NO NOS QUIERE...

Pues resulta que el Ministerio de Educación (pero poca) no quiere venir a la mesa sobre si la Filosofía debe estar o no en Secundaria.
Imaginamos que deben tener otras cosas que hacer...
No sé, repartirse despachos o abandonarlos.
Pero eso sí, yo, y mi apostura, estaremos.

REPETIMOS
Pero, ya sin el MEC



sábado, noviembre 12, 2016

jueves, noviembre 10, 2016

Y OTRA VEZ... DÍA MUNDIAL DE LA FILOSOFÍA

Los próximos días 17, 18 y 19 de Noviembre, celebramos en Madrid el Día Mundial de la Filosofía.

Allí les esperamos encantados. Y en este enlace pueden ver las distintas actividades que realizamos.

Aunque en mi egocentrismo les iré avisando de las mías.


lunes, noviembre 07, 2016

EL “CASO ESPINAR”: POPULISMO Y MORAL

En este artículo pretendemos reflexionar sobre lo que vamos a llamar caso Espinar. Como todo el mundo sabe, Ramón Espinar adquirió una casa de protección pública que le fue concedida a discreción, sin entrar en ningún concurso, y luego la vendió consiguiendo un beneficio de unos 20.000 € después de impuestos. Hasta aquí el dato. Todo esto que hizo Espinar es legal y, por lo tanto, no cabe pedir ninguna responsabilidad judicial al autor de esta acción. Es más, probablemente todos hubiéramos hecho lo mismo y yo el primero.

Así, el artículo aparecería acabado aquí y, de hecho, todas las defensas que han salido de Ramón Espinar han ido por ahí. En primer lugar, que lo realizado es perfectamente legal. En segundo lugar, que se trata de una práctica frecuente y que se corresponde con lo que cualquier otro ciudadano hubiera hecho. En tercer lugar, que lo realizado no es sino una gota de agua frente a otros casos de malas prácticas en la política en las cuales la cantidad de dinero conseguida ha sido muy superior. Y, por último y en cuarto lugar, el argumento de que en el fondo todo esto no es sino un ataque feroz de la oligarquía frente aquellos que son revolucionarios y buscan el bienestar del Pueblo. Pues eso.

Pero nosotros sin embargo, en nuestro afán por ser originales y conseguir un lugar en la cumbre que nos permita ganar dinero haciendo esto pues carecemos de contactos para que nos asignen discrecionalmente pisos protegidos, vamos a llevar la crítica a un punto que consideramos que se ha tenido muy poco en cuenta. Efectivamente, el problema que vemos en el caso Espinar no es el hecho en sí de que cualquier otro ciudadano lo hubiera realizado también, yo mismo por ejemplo, sino el hecho de que aquellos que ha introducido un concepto moral fanático en la política, luego lo explicamos, sin embargo se lo salten cada vez que son pillados incumpliendo su propia normativa ética.

Para explicarnos vamos a empezar con una pequeña cuestión teórica. Podemos es un partido de claro rango populista. No entendemos aquí populista en un sentido necesariamente negativo, como sinónimo de demagógico, sino en el sentido doble que de este término dan los propios teóricos partidarios del populismo. En primer lugar, la introducción de términos de moral individual en la realidad política. En segundo lugar, la idea de la división social no por factores socioeconómicos sino a través de una forma de ser y comportarse determinada.

Efectivamente, el populismo de Podemos se caracteriza por defender una división social que no guarda relación en absoluto con la estructura objetiva del desarrollo capitalista sino que tiene que ver con unas propiedades personales y morales de los individuos. Así la sociedad se divide en casta, Pueblo y gente.

La Casta sería el grupo social dominante que se define por una forma material de vida excelsa y a su vez una moral depravada a la que no le importa el resto de la población y cuyo único interés personal es explotar a todos los demás ciudadanos para conseguir mantener sus beneficios.
Frente a ellos estaría el Pueblo, que es el conjunto de ciudadanos que actúa con unas formas sociales y morales determinadas que se caracterizan por una cohesión como grupo, unas creencias morales firmes sobre el trabajo y la honradez y unas relaciones basadas en la verdad y en una vida sencilla (“la ropa de Alcampo”). Además este Pueblo se caracteriza por un inconsciente colectivo que le lleva la defensa de una serie de valores determinados que son aquellos que explícita el proyecto Podemos, su conciencia, y el populismo en el fondo no sería más que la representación social del interés colectivo inconsciente del Pueblo.
Por último, estaría la Gente, el colectivo social que no es capaz de explicitar su inconsciente colectivo por vivir reprimido en el anhelo de medrar hasta la oligarquía y cuyo dato inmoral se percibe claramente en el voto realizado aunque su forma de vida sea honrada (y, con ello, “popular”). Y por esto ahí están Pablo Iglesias y Errejón discutiendo sobre si esta gente, como sobre los gentiles en el primer cristianismo, pueden ser incluidos o no en la buena nueva.

De esta forma, frente al producto Ciudadanos, destinado a un público que desde la conciencia, generalmente falsa, de ser clase media pretende medrar y llegar a ser oligarquía (los que usan los campos de golf municipales y la escuela concertada y miran por encima del hombro en la cola del Corte Inglés a la chusma), el producto Podemos se vendería a un público que se sabe ya depauperado y que en esta condición siente que la realidad de su depauperación no es producto de unas condiciones objetivas socioeconómicas concretas sino consecuencia de una oligarquía malvada y corrupta que utiliza torticeramente la política de forma inmoral para mejorar su condición personal y social: si todos nos amáramos más la cosa iría mejor.

Y por eso, frente al discurso marxista que estaba permanentemente teñido, con razón o sin ella, de instrumentos de análisis socioeconómico y buscando un contenido estructural y objetivo a todos los aspectos políticos, el discurso podemita reduce toda realidad a un producto de “ellos frente a nosotros” considerando así que ese ellos son la malvada moral personal y social y el nosotros es la pureza de un Pueblo limpio.

Por todo ello, el discurso de Podemos es populista, no porque sea demagógico, que necesariamente no lo es o al menos no más que el discurso del Partido Popular cuando dice que no va a subir impuestos, sino porque postula la moral personal como la base intelectual de todo el análisis socioeconómico.

Y este es el auténtico problema del caso Espinar.
Efectivamente, había dos posibles formas de acercarse al caso Espinar. Por un lado, una forma objetiva que hace referencia a la crítica de las leyes que permiten dicha acción. Y, por otro, un análisis de la moral personal en la cual la acción se juzga independientemente del contexto y sólo en cuanto a relaciones personales.

En el primer caso, lo que el caso Espinar nos debería llevar a reflexionar es cómo es posible que un piso de protección oficial, que lo ayudamos a pagar todos los españoles ya sea en todo o en parte, acabe produciendo ganancia económica en forma especulativa. De esta forma, esto sería el problema objetivo que plantea el caso Espinar y es un problema muy importante en referencia a las ayudas sociales y el Estado social de bienestar.

Pero, y aquí está el segundo caso, siendo coherentes con el discurso de Podemos, el caso Espinar es el caso claramente de un especulador inmobiliario que compra una casa de protección oficial y luego la vende consiguiendo un beneficio que sólo revierte individualmente en él. Por todo ello, y siendo coherente de nuevo, Ramón Espinar pertenece a eso que se llama Casta: los que aprovechándose de la situación social concreta logran privilegios de la misma.

Así, por todo esto los militantes de Podemos, es decir y en la propia terminología podemita el Pueblo, debería exigir responsabilidades absolutas a Ramón Espinar y, como mínimo, exigirle inmediatamente su dimisión de cualquier cargo político pues moralmente ha hecho una acción inaceptable. Y esto hubiera sido así de ser Ramón Espinar de cualquier otro partido, pero no lo es  porque Ramón Espinar precisamente es de Podemos. Y esta es la segunda parte.

Efectivamente, en el discurso de Podemos, como ya hemos visto, la pertenencia al Pueblo no es por una característica socioeconómica determinada sino que es una forma de ser característica y esencial. Por lo tanto, quien pertenece al Pueblo por esencia, lo inmutable que subyace al cambio –nota: a veces se me nota que soy de Filosofía- nunca puede obrar de forma inmoral y siempre habrá que tener una explicación para dicho comportamiento que exima de responsabilidad al afectado. Esto, ya paso con Echenique y vuelve a pasar con Espinar y va a pasar cada vez que se descubra algún hecho relacionado con un miembro de Podemos. El Pueblo, entendido en un carácter esencial como el conjunto de personas con una forma de ser concreta, no puede cambiar su esencia y por lo tanto cualquier relación con un acto que podríamos considerar como muestra de la esencia inmoral en la Casta, es aquí algo accidental. De hecho, si se saca esta pequeña anécdota para los militantes de Podemos, la culpa será sin duda alguna de la propia Casta que pretende acabar con la grandeza del Pueblo: una campaña mediática de los poderosos.

Concluyamos. Desde un punto de vista objetivo lo que hizo Ramón Espinar no fue más que aprovecharse de una ley y especular, pues este es el término, con una vivienda de protección oficial, tal y como le permitía la propia legislación vigente. Desde un punto de vista objetivo, este problema nos debería habernos llevado a plantear cómo es posible que la ley permita a gente con una vivienda de protección oficial, que hemos pagado entre todos, que pueda llegar a lucrarse obteniendo una plusvalía al venderla. Por extensión, y de nuevo objetivamente, este problema nos debería habernos llevado a plantear que las ayudas sociales no pueden ser algo que acabe generando propiamente desigualdad y que acabe permitiendo a un grupo determinado de ciudadanos vivir por encima del resto sino algo que contribuya al progreso general.

Sin embargo, y aquí viene el auténtico problema, desde el punto de vista de la idea populista que está detrás de Podemos, si cualquier otro hubiera hecho lo que ha hecho Ramón Espinar sería un maldito especulador neoliberal, y merecería el fuego eterno del infierno –porque aunque no lo sepan, los de Podemos no han pasado nunca del estadio mítico del propio discurso cristiano-. Sin embargo, como lo ha hecho alguien que es del Pueblo, y además un líder, y como el Pueblo esencialmente tiene una bondad moral por su propia forma de ser, lo que ha hecho Ramón Espinar no es sino lo que todos los del Pueblo hubiéramos hecho y, por esa falacia ad populum –lo sé, me estoy viniendo arriba-, se convierte en algo moralmente aceptable. Por eso, los militantes de Podemos están en su propia coherencia, aunque ésta sea ridícula. Efectivamente el populismo de Podemos tiene una coherencia propia que le permite eximirse de la propia responsabilidad moral que exige a la Casta: el Pueblo siempre es bueno.

La conversión del concepto “Pueblo” de una categoría socioeconómica objetiva, como en el marxismo, a una moralista, como en el populismo,  lleva necesariamente a la idea de rebaño. Es una vieja idea de las religiones. El populismo, que no es ajeno a las categorías religiosas, sigue manteniéndola. El Pueblo entendido como un concepto esencial, y no como una entidad de características socioeconómicas concretas, resulta el protagonista bondadoso de la película –sí, también en el bobalicón derecho a decidir- mientras que la Casta, entendida a su vez como gente con una forma de vida concreta moralmente mala, resulta el malo. Todo lo que hagan los buenos será permanentemente ensalzado y todo lo que hagan los malos será permanentemente criticado.

El balido del rebaño es la consigna del nuevo populismo.
Aunque, seamos sinceros, esto no es algo nuevo en política.

jueves, noviembre 03, 2016

DIALOGANDO SOBRE LA LOMCE

Dialogando sobre la LOMCE, el 29 de octubre, en Onda Merlín Comunitaria.
Con Fernando Camacho (Delegación de Villaverde de la FAPA), Yolanda Villarreal (Asociación de Vecinos de Butarque), Lucía Camacho (Asociación de Estudiantes del IES El Espinillo) y yo (atractivo profesor de Filosofía).