viernes, julio 30, 2010

TOROS Y BARBARIE/2

Hoy toca solo barbarie.

La Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso ha aprobado la reaccionaria, porque restringe derechos, reforma laboral de aquel que dijo que nunca, pero nunca, haría recortes sociales. Pero lo interesante no es esto, porque ya se sabe que hoy no hubo voto en conciencia sino solo el de pago, sino la reacción de la prensa que, comparando, no le ha dado ni la mitad de tiempo o espacio a este hecho

-por cierto, lo que me costó a mí entender la Teoría de la Relatividad y para ello recomiendo el libro de Landau ¿Qué es la teoría de la Relatividad? que a su vez alguien que sabe me hizo leer-

frente a la prohibición de la barbarie torera.


Tal vez, sea, porque como señala la ministra de cultura, los toros son un ritual que nos enfrenta a dilemas de la existencia muy profundos –yo no entiendo lo que quiere decir pero igual me faltan estudios-.

Eso, eso, dilemas de la existencia muy profundos -¿cuáles serán?, ¿cuáles serán?- y no preocuparse porque a uno le pongan en la calle de forma más barata. Por fin algo de cultura.


miércoles, julio 28, 2010

TOROS Y BARBARIE/1

Una cosa. Llama la atención en la votación de hoy en el parlamento catalán que los diputados de CiU y PSC hayan tenido libertad de voto. O sea, como se dice en lenguaje político, pudieran votar en conciencia. ¿Y el resto de las veces en qué votan? ¿Y cómo votaron el resto de los diputados? Y si no votan en conciencia siempre, ¿para qué tanto diputado? Porque igual esto se resuelve con una fórmula matemática de proporcionalidad y nos ahorramos una pasta.

Otra. Es una alegría que por lo menos en Canarias y en Cataluña no se pueda matar a un pobre toro para la diversión de la gente. Aunque se les pueda humillar o haya peleas de gallos. La misma barbarie.

Y una tercera. Mañana, más.


viernes, julio 23, 2010

UN VACÍO EN EL ALMA ( si es que yo tuviera alma o vacío)

Por estas fechas era algo común. El mundo todo esperábamos ansiosos, anhelantes incluso, a que D. Imperialista nos deleitara con sus nominaciones al clásico concurso Tonto del Verano. Sin embargo, tememos que ya no vuelva tras el cierre de su blog en el invierno de nuestro descontento -¡qué culto soy!-. Y ante eso, al igual que caminamos en tinieblas pero nada tememos porque enseguida encontraremos el interruptor –no era así, no era así- esperamos anhelantes la vuelta del concurso. Pues sin duda la mies es mucha.

Y ya puestos, ¿alguien sabe qué es la mies?


PSDT: Por cierto, D. Imperialista, le echamos de menos.


martes, julio 20, 2010

AGUIRRE, LOS RECORTES Y LA EDUCACIÓN

El gobierno de la comunidad de Madrid ha decidido aplicar unos extraordinarios recortes en la educación pública, tal y como denuncia la Asociación de Directores de Instituto de Educación Secundaria de Madrid. Dichos recortes afectan fundamentalmente al servicio prestado a los alumnos pues implican, entre otras cosas, reducción del número de profesores en general -lo que llevará a su vez a clases más numerosas que impidan atención personalizada- reducción de desbobles –que eran los grupos reducidos en ciertas materias básicas que servían para mejorar el rendimiento- y a la práctica desaparición de los profesores de compensatoria -que estaban destinados a ayudar a los alumnos con retraso escolar-. Así pues, a la hora de hacer recortes, el gobierno Aguirre ha decidido aplicarlos perjudicando al alumnado de la enseñanza pública. Y la pregunta muy pertinente es: ¿por qué estos recortes y no otros?

Efectivamente, los altos cargos del gobierno regional han aumentado desde el mandato de la lideresa sin cesar, de forma inversamente proporcional a su trabajo y capacidad. Incluso, el gobierno Aguirre subió generosamente el sueldo a las juntas directivas de los centros escolares ya en plena crisis. Es decir, para los cargos no había crisis -aunque debemos reconocer que no era así para la propia Aguirre incapaz desde hace mucho de llegar a fin de mes por asumir responsabilidades políticas y de servicio social-. Sin embargo, los alumnos de la enseñanza pública si deben ver recortados la prestación de sus servicios. Y la clave está, sin duda, en el modelo educativo que la autoproclamada liberal, en realidad no lo es o tal vez lo sea más conscientemente que otros, persigue.

Primero se debe destacar como estos recortes afectan exclusivamente a la enseñanza pública. Aguirre no ha reducido los conciertos, ni en número ni en cantidad, ni ha bajado los sueldos a los empleados de la concertada, extraordinariamente explotados por su patronal por cierto y por ello nos alegramos que al menos esto no les toque. Sin embargo, sí ha cargado contra la enseñanza pública, como por otra parte ha sido su constante acción política. Así, en primer lugar, Aguirre ha señalado una prioridad: los recortes en educación, ya a sus trabajadores ya a su servicio y usuarios, solo deben darse en la enseñanza pública. O mejor dicho: contra la enseñanza pública.

Pero, y aquí está el segundo elemento, solo a ciertos aspectos de la enseñanza pública. La comunidad de Madrid este año ha extendido los centros bilingües y ha inventado, en su delirio, un nuevo modelo de instituto denominado de innovación tecnológica –teme a Aguirre, sin duda, el Instituto Tecnológico de Massachusetts- . Por supuesto, todo esto implica aumentar el gasto y así efectivamente se ha hecho sin dudar un ápice. Pero esto, curiosamente, no se hace para los alumnos de compensatoria, los que tienen más problemas, que se quedarán sin profesor especialista. Vuelve pues la pregunta. ¿Por qué unos sí y otros no? Y la respuesta es el modelo educativo perseguido que guarda relacion con el modelo social deseado.

El ideal educativo de Aguirre es un modelo elitista perfectamente coherente con su propia idea de sociedad. Para Aguirre, y con ella para el gobierno de la comunidad de Madrid, hay dos sistemas educativos que deben diferenciarse: uno, compuesto por la escuela privada, concertada y los institutos de élite -bilingües y, ahora también, tecnológicos- para los alumnos que, según se dice, valen; otro, para la chusma que estaría representada por el resto de la pública. La idea es la dicotomía social ideológicamente, en su sentido de falso, amparada en la igualdad de oportunidades: los alumnos, y sus padres, decidirán de acuerdo a su valía y preocupación. Sin embargo, la realidad no es así. Y no es así -es decir: el acudir a un centro u otro no depende de la libre voluntad ni de los alumnos ni de los padres- porque, como el gobierno Aguirre conoce sin duda, las expectativas educativas de los alumnos no son modelos ideales de prístino individualismo sino realidades socializadas. Efectivamente, la clave de las expectativas educativas de los alumnos no es fundamentalmente su libre albedrío y ganas sino, precisamente, la condición social de los padres y los estudios que estos cursaron (ver informe de Jorge Calero y el Informe de Inclusión social de la Caixa 2009).

Las expectativas pues guardan relación con la realidad social vigente y no con ideales. Al hacer centros de origen ya diferentes, es decir: al presentar distintos modelos de centros educativos y unos ya mejores que otros, se impide que el alumno acceda a un mundo de nuevas expectativas sociales y, por tanto, que su socialización no sea sino la repetición de su condición social. Por tanto, cuando lo que se hace es realizar una selección de origen en los centros docentes, presentando ya desde el principio centros para las élites sociales y otros para la chusma, lo que se pretende es perpetuar el status quo social y, a través de ello, mantener el entramado social tal y como está: política de derechas pura y dura. Pero además, no se trata de liberalismo de oportunidades -tan bien mirado ahora, no se sabe bien por qué- sino de algo más crudo: puro conservadurismo social. En su concepción elitista de la sociedad, un liberalismo autoritario y basado en la fuerza de las oligarquías, Aguirre decide excluir del estamento de intervención política a un porcentaje social amplio al negarle unas condiciones mínimas, porque ya las tenían, para educarse.

Así es esta una labor de ingeniería social. Lo que Aguirre pretende, al escoger estos recortes por la crisis y no otros, es en realidad priorizar un modelo social concreto. Y este modelo busca una doble función.

Por un lado, y como ya hemos analizado en otro lugar, generar una serie de lobbys de interés. Efectivamente, la escuela concertada, fundamentalmente asignada a la Iglesia, ve en Aguirre a su mentora y estará dispuesta a ayudarla en todo momento generando una posición de opinión al menos no contraria a ella –y esto es muy interesante cuando incluso hay una pugna con Gallardón en su propio partido-. Pero además, ahora cuenta socialmente con un nuevo lobby que son por un lado los padres de clase media y políticamente autodenominados progresistas que buscarán llevar a sus hijos –y así buscan lo mejor por ellos lo cual no es criticable- a los nuevos centros publicos elitistas y, por otra parte, el segmento del profesorado que se desplazará a estos centros de élites, fundamentalmente el grupo más activo y mejor preparado, porque verán en ellos un refugio -y tienen razón y tampoco es criticable- ante el desastre real al que ha sumido al país las políticas educativas llevadas a cabo por la autodenominada clase política progresista. Así, un importante segmento social, y fundamentalmente el mejor formado, defenderán el modelo y serán deudores de él.

Por otro lado, y a largo plazo, la finalidad es la elaboración de una sociedad dividida en dos grupos fundamentales: un grupo productiva y socialmente activo -en cuanto a capacidad de actuar de acuerdo a sus intereses que son ahora los de su propia élite frente al otro segmento social- y otro grupo productivamente activo también pero sin capacidad de acción social ni política por su escasa educación y con ello su mínima expectativa social, es decir: la chusma. La distinción desde la niñez, en la elección de un centro u otro, es así la mejor forma de dominio y conservación de la oligarquía que ahora ya se verá apoyada por una amplia clase intermedia.

Es el sueño de Ortega revivido: masa y minoría –pero mayoritaria para ganar elecciones- selecta.

viernes, julio 16, 2010

REBELIÓN ¿EN LA GRANJA?

Tras un debate cuajado de sin duda profundas disertaciones sobre la catalanidad (nada que ver con la otrora famosa quina Santa Catalina), el parlamento de Cataluña (si yo fuera una persona realmente progresista hubiera escrito parlament y Catalunya cual a diario escribo London y House of Commons) ha decidido algo, aunque tampoco sé muy bien el qué. Más o menos, creo entender, es una letanía sobre la gloria de ser nación UNA, GRANDE Y LIBRE.

Yo, mientras tanto, que no siento ese ardor patriótico en parte alguna ni por ninguna parte solo me he hecho del grupo de facebook Si Montilla y Mas no cumplen la ley... pues yo no pago impuestos.

Y tal vez habría que añadir ahí a nuestro presidente del gobierno, visto lo que dijo en el debate del estado de la nación.
Y quizás -es para no repetir tal vez- en dos años a Rajoy, cuando descubra que él también habla catalán en la intimidad.

miércoles, julio 14, 2010

CAPITALISMO Y CLASES SOCIALES/ y 2

Señalábamos en el artículo anterior una tesis: solo puede haber explotación de clase cuando existe una minoría social que controla la producción y que vive del trabajo de, al menos, otro grupo. Para ello, además, es necesario una condición del propio sistema económico: que la base productiva esté fijada en la fuerza de trabajo humano, que la clase dirigente no produzca económicamente y que, por tanto, cualquier otra actividad ajena al trabajo físico no tenga desarrollo económico al menos como fundamental. Así, si hay división social del trabajo habrá estratificación social, pero no toda estratificación social implicará necesariamente explotación de clase.

¿Hay clases sociales en el capitalismo? Por supuesto que sí. En el capitalismo pervive la división social del trabajo y con ella la estratificación social. Por este motivo unas clases sociales tienen más poder social, económico y político que otras y no solo lo poseen sino que actúan para preservarlo. La existencia por tanto de una estratificación social donde unos grupos atesoran privilegios frente a otros es un rasgo que también se da en la sociedad capitalista y, por supuesto, estos privilegios se sustentan en la estructura social. Así, la estructura social capitalista no es ajena a la existencia de una estratificación social que implique un desigual reparto de poder, riqueza y prestigio y, por tanto, a una división en grupos sociales no iguales.

Este hecho, de la existencia de distintas clases que atesoran distintos privilegios, además marca un conflicto social pues las clases con más privilegios buscan defender su estatus quo de acuerdo a la negación de extender estos privilegios al resto del colectivo social y al universalizarlos convertirlos en derechos. Por supuesto, esta defensa se puede hacer solo de forma ideológica -con por ejemplo la idea de la buena cocina como arma de las elites- pero lo más común es que se haga de manera económica y social. Así, las oligarquías tenderán a generar políticas y acciones económicas cuya única finalidad será la defensa de sus intereses de clase. Y al hacerlo afectarán, por activa al actuar contra ellos o por pasiva al no situarlos en el debate social, a los intereses de la clase social, o las clases sociales, que cuenta con menos poder. Así, al analizar social o políticamente una sociedad capitalista se puede hacer desde esta perspectiva de lucha de clases referida exclusivamente a este punto y es un análisis no solo certero sino necesario. Pues sin duda resulta cierto que la contraposición de intereses provoca conflicto social y toma de acciones por parte de la oligarquía para defender sus intereses y su privilegiada posición social. Y por ejemplo, aquí hemos hecho un análisis del estatuto catalán, de la reforma laboral , de las cuotas feministas o del conflicto en Palestina en ese sentido.

Pero, y aquí está el tema primordial, el hecho de que exista una oligarquía social que defienda su desigualdad con medidas sociales no quiere decir en absoluto que necesariamente exista una explotación económica de una clase sobre otra porque son dos cosas distintas. Y es aquí donde surge el problema para la izquierda que tan cómodamente se instaló en el discurso de la lucha de clases. Pero ahora bien, ¿por qué no hay explotación de clases en el capitalismo?

Si recapitulamos vemos como para que haya tal debe haber una clase que viva de la producción de la otra. Para ello, hace falta que la producción económica fundamental sea la de esa clase explotada, que con ella se mantenga a la clase ociosa y, por tanto, que la faceta productiva básica sea la producción a través de la fuerza humana. Esto se daba, ya lo señalamos, en la esclavitud y en el feudalismo: la clase ociosa, productivamente hablando, vivía de la productora. El capitalismo sin embargo cambia radicalmente esto al no situar su clave productiva en la fuerza humana y en los productos manufacturados. Efectivamente, la clave de la producción capitalista es la mercancía y en el capitalismo avanzado todo es mercancía y no solo el producto físico del trabajo. Frente a los sistemas económicos anteriores donde la producción estaba limitada a productos empíricamente concretos, fundamentalmente del sector primario además, la mercancía es un producto abstracto: tan mercancía es un coche como un libro de filosofía o la acción bursátil de una empresa. Y esto genera un nuevo concepto de trabajo/producción. Efectivamente, ya no cabe la idea del trabajo/producción como aquello que se hace en un horario concreto y con una realidad física determinada, sino que se extiende a la vida tal y como se da. Producción de mercancía en el capitalismo es todo, desde el tiempo de trabajo hasta el de consumo donde al gastar se produce. Y esto lleva a dos conclusiones: una, que por tanto todo individuo en el capitalismo es productivo, un ejemplo sangrante es Belén Esteban; dos, que no existen clases ociosas pues todas ellas producen mercancías ya desde un trabajo físico, las menos por cierto, ya desde un trabajo intelectual como pueda ser, por poner ejemplo molesto, la administración de las propias empresas, ya desde el universal consumo. Así, los individuos en el capitalismo son todos unidades productivas porque ellos mismos son mercancías propiamente dichas y por ello no hay clase ociosa. O diciéndolo de otra manera: el concepto de trabajo productivo en el capitalismo es absolutamente novedoso pues ya no hace referencia a la producción como siempre ha sido, en la fábrica o sobre el mundo natural, sino a la propia vida en su totalidad. El capitalismo supera con mucho el estrecho margen de la explotación de una clase sobre otra para acercarse a una realidad totalitaria donde todo es explotación.

Pero, ¿quiere esto decir que ya no existe el conflicto de intereses entre clases? ¿No debe ya haber organizaciones de trabajadores, por ejemplo, o movimientos sociales? Lejos de eso, quiere decir precisamente lo contrario. Al no haber una relación de necesidad del sistema entre las condiciones sociales de la oligarquía frente al resto de las clases, es posible perfectamente a través de un movimiento reformista, es decir: sin atentar al sistema, la conquista de derechos sociales a costa de esa misma oligarquía pues el margen de acción se amplía. De esta forma, los movimientos sociales no son solo importantes sino imprescindibles porque el entramado social ya no está regido por las limitaciones del sistema sino precisamente por la acción de los grupos sociales integrantes y sus respectivos intereses.

Y esto quiere decir algo más. Estas acciones sociales de lucha por derechos no adquieren en sí mismas un carácter antisistema ni deben pretenderlo: son esencialmente reformistas. El anticapitalismo es algo muy distinto a luchar contra la regresiva reforma laboral, por ejemplo. Pero al tiempo, y por ello, no deben ser hipostasiadas en el futuro. Es decir, no pueden justificarse luchas sociales porque representan a la clase obrera o demás sandeces. Las luchas sociales solo se pueden justificar así por su carácter inmediato, su justicia concreta en el presente. La idea de la historia como proyección de una clase obrera que al avanzar en sus derechos construye el socialismo, lo que perdona cualquier exceso, es tan ridícula que no aguanta el análisis de lo real. El capitalismo es tan complejo que no se puede analizar con consignas.

Se nos suele acusar de vivir en una torre de marfil. Frente a aquellos que se apuntan a cualquier algarada y lucen felices trapos denominados banderas o que sacan los lemas a pasear para solucionar problemas cada vez más complejos -como hacen los primitivos al orar a sus dioses, o a su único dios, para solucionar un conflicto- nosotros pretendemos analizarlo todo. Y se nos dice que eso lleva a la pasividad. Cualquiera, sin embargo, que conozca algo de estrategia militar, o aún sin conocerla, reconocerá que lo importante en la batalla no es disparar sino hacerlo en la dirección correcta. Y solo contra quien hay que hacerlo.

martes, julio 06, 2010

ALGO MÁS, ya acabo, SOBRE LA HUELGA DE METRO

Ante el artículo sobre la huelga del metro, D. Pocholo ha realizado un comentario muy interesante en el cual presenta, a nuestro entender, una dicotomía entre la moral y la acción. Estas notas pretenden contestarle.

1.- Los trabajadores del metro tiene no solo el derecho a ir a la huelga, faltaría más y no hay nada más bobalicon que señalarlo, sino la razón al hacerlo. Por supuesto, cualquier trabajador, yo mismo así lo escribía, debe negarse, salvo circunstancias excepcionales que en este caso no se dan, a que le bajen el sueldo. Por tanto, al ir a la huelga los trabajadores del metro no hacen sino lo más racional: negarse a pagar una realidad económica que ellos no han generado. Cuando se les acusa de insolidarios por ir a la huelga –nota: la palabra solidaridad es repugnante, pero esto en otra ocasión- no se señala sino la idea de que los ciudadanos deben asumir los dictados de una clase política, incompetente, con el silencio. Y efectivamente esto se ve cuando se señala que la bajada de sueldo ha sido votada en parlamento, da igual nacional o regional, como si este hecho ya dejara de lado cualquier protesta posterior.

2.- Igualmente, resulta ridícula la imagen de trabajadores privilegiados que se quiere dar de los empleados públicos o de los funcionarios. Toda esta noción está basada en un hecho: tienen trabajo estable y fijo. Es decir, para el que acusa de privilegio por esto, la idea de un mercado laboral con trabajo estable es algo excepcional siendo lo normal, y lo que debe ser, que hubiera trabajo temporal. Así, cuando se acusa de privilegiado al que tiene trabajo fijo no solo se dice que lo es frente a una realidad económica ajena donde prima lo contrario, eso sería ser afortunado y no privilegiado, sino que no debería serlo, es decir: que todo el mundo debería poder ser despedido y no contar con un empleo estable y fijo. Se aplica así un desideratum, un deseo proyectado, sobre lo que debería ser el mercado laboral: un lugar sin el privilegio del trabajo estable. Y de ello ya se encargará la reforma laboral que lo único que pretende es abaratar el despido. Y con ello, la mano de obra –nota: esto también otro día-.

3.- Unido a esto está la idea de la Comunidad de Madrid. Curiosamente, la empresa de metro firmó en verano de 2009, cuando ya hasta Zapatero sabía que había crisis, un convenio con los trabajadores de metro. Es decir, hace un año, cuando las circunstancias de la crisis eran iguales o incluso peores que ahora, EEUU aún no había reaccionado, la Comunidad de Madrid estaba dispuesta a subirles el sueldo a los empleados de Metro. Pero, un año después, los mismos dirigentes que antes decían sí ahora dicen que no solo no hay que subirlo, sino que se va a bajar –nota: curiosamente esto mismo ocurrió con los funcionarios del estado central y el gobierno del PSOE, igualito-. ¿Acaso los dirigentes de metro, o sea del PP de Madrid, desconocían que hubiera crisis hacía un año? ¿Por qué no congelaron el sueldo entonces o incluso lo bajaron? Pues sencillo, porque en la demagogia reinante la idea era ver qué partido, PP o PSOE, se desgastaba primero tomando la medida antisocial. Y por eso, cuando la UE y Obama le dijeron a ZP que tenía que tomarlas y este la tomó, Aguirre vio el cielo abierto. Es decir, la Comunidad de Madrid actúo demagógicamente entonces, de acuerdo a sus presupuestos económicos y políticos al subirles el sueldo, y actúa demagógicamente ahora pues si Zapatero no les hubiera bajado el sueldo a los funcionarios, otro que tal baila, Aguirre no hubiera tocado a los empleados de sus empresas públicas. Es más, tan repugnante es esa lucha de poder y para poner un ejemplo, que Zapatero le bajó el sueldo a los funcionarios, justo después de decir no se qué tonterías sobre que nunca se recortarían derechos sociales, y Soraya Saínz de Santamaría en sesión parlamentaria acusó al PSOE de no haberlo previsto porque en verano de 2009, ¿les suena?, el gobierno había firmado un convenio donde les había subido el sueldo. Curioso.

4.- Así pues, Zapatero bajó el sueldo a los funcionarios porque descubrió la crisis en un año.
Así pues, Aguirre bajó el sueldo a los del metro porque descubrió la crisis en un año. Es exactamente igual.

5.- Pero, y aquí vienen los compañeros de la gloriosa clase obrera, si era igual lo que se hizo, ¿por qué la huelga de funcionarios de ámbito estatal fracasó y la de metro llevó a la ciudad al caos? Es sin duda una buena pregunta. Porque la respuesta no está en los abusivos servicios mínimos establecidos por la Comunidad de Madrid. Efectivamente, en la huelga de Metro de Madrid la Comunidad presentó unos servicios mínimos claramente abusivos tal y como dijeron los sindicatos, otra vez con razón, pero lo mismo ocurrió en la huelga de funcionarios del 8 de junio . ¿Por qué en una se obedecieron y en otra, no?

6.- Los sindicatos han vivido muy bien con Zapatero, UGT aún mejor. Nadie muerde la mano que le da de comer.

7.- ¿Pero y el metro? Los trabajadores del metro impidieron que hubiera metro, reduciendo los servicios mínimos al 0%. Por la misma razón, podían haberlos reducidos al 25%, cifra tal vez razonable. Pero la idea era el 0% y provocar un caos en la ciudad para la gente que coge el metro. Es decir, la idea era hacer el mayor daño posible. Y aquí venía la tesis de D. Pocholo que aparece, por cierto, en más lugares de la autoproclamada izquierda: una huelga busca hacer daño. Es cierto, pero una huelga industrial no es igual que una huelga en servicios. Una huelga industrial hace daño al empresario, una huelga de servicios a los usuarios. Y una huelga de servicios esenciales, por ejemplo el transporte, hace daño a los usuarios del transporte. Y no parece que el metro lo use la clase dirigente y la oligarquía.

8.- Y entonces viene la gansada, ¿y la solidaridad obrera? La solidaridad obrera la rompieron los empleados de metro precisamente cuando decidieron que para conseguir sus objetivos propios era necesario destrozar la vida del resto de los trabajadores de la ciudad durante dos días –y tal vez más-. Los mitos tienen un elemento absurdo: la plegaria viene cuando el suceso está ocurriendo. Cuando de pronto los sindicatos de las empresas públicas vieron tocado su sueldo decidieron pedir al resto de los trabajadores a los que ni miraban a la cara que fueran solidarios. Los sindicatos nunca han prestado la menor atención al mayor problema de la economía española que es la bipolarización del mercado de trabajo entre fijos, que es lo que deberían ser todos, y precarios, se les llama temporales. Pero de pronto surge la solidaridad de clase. Y dan lecciones. Curiosamente los fijos a los precarios.

9.- Y tácticamente es un error. Porque la huelga de metro, lógicamente, solo provoca la crispación de una clase trabajadora que se ha visto ninguneada por los sindicatos permanentemente, pero que también es responsable de su propia inanidad, pero a la que ahora se le pide paciencia porque un problema particular, de convenio de unos trabajadores concretos, les provoca problemas terribles. Es una huelga que no puede despertar simpatías. Es una huelga que, independientemente de sus resultados, no solo certifica sino que defiende la bipolarización del mercado laboral entre unos fijos que actúan, ahora sí, como privilegiados al saltarse la ley sin límite y en su exclusivo beneficio, y una chusma tomada como rehén. Y en medio, la Comunidad de Madrid deseando que el conflicto se enquiste para dar el réquiem.

10.- Y moralmente es repugnante. Las tácticas tienen moral porque en ellas están en juego las personas. Cuando en una táctica de huelga da lo mismo hacer daño al empresario que al conserje es que algo no va bien. O bien quien piensa así está desesperado, y en cierta manera se puede perdonar, o bien quien piensa así considera al conserje como un personaje de segunda fila en cuanto a sus reivindicaciones. ¿Están desesperados los empleados del metro?

y 11.- Lo bueno de la mentalidad mítica es su carácter universal que nos clama que el empleado del metro representa a la clase obrera auténtica.
¿Y por qué?
Pues porque es un trabajador -pero también a quien fastidia, ¿no?-
Porque lucha por los derechos de los trabajadores -ah, ¿que si no le bajan el sueldo a él no me lo bajan a mí?-
Porque representa la conciencia de clase -¿y dónde estaban antes?-
Porque, en definitiva, estúpido intelectual que no te enteras, va en contra de Esperanza Aguirre -pero, ¿seguro?-

viernes, julio 02, 2010

VIDA INTERIOR/56 : EXALTACIÓN NACIONALISTA/y 3 (con motivo del mundial)

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz.



¡¡¡PARAGUAY!!!


jueves, julio 01, 2010

VIDA INTERIOR/55 : EXALTACIÓN NACIONALISTA/2 (con motivo del mundial)

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz.




Me acaba de llegar mi nómina de funcionario. El gobierno me quitará cada mes 126, 80 €.
Me han subido el IVA.


¡¡¡ESPAÑA!!!
PUM, PUM, PUM
¡¡¡¡¡¡ESPAÑA!!!!!!!
PUM, PUM, PUM

VIDA INTERIOR/54 : EXALTACIÓN NACIONALISTA/1 (con motivo del mundial)

¿Quién de nosotros no tiene una vida interior muy grande? ¿Y qué poeta no nos la cuenta una y otra vez? En esta sección mi alma se desnudará. Incluso he comprado una nueva para tenerla más grande. Porque, en el fondo, yo también quiero ser feliz.


¡¡¡ESPAÑA!!!
PUM, PUM, PUM

¡¡¡¡¡ESPAÑA!!!!!
PUM PUM PUM

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ESPAÑA!!!!!!!!!!
PUM PUM PUM

Y REPUM