miércoles, abril 07, 2010

ANTES SON SEÑORAS

Caminaba por un pasillo del instituto. Un alumno tiró un papel al suelo. Le pedí que lo recogiera y él contestó que daba igual porque lo iban a barrer las señoras de la limpieza. Entonces yo le dije que no daba igual, porque las señoras de la limpieza antes que de la limpieza eran señoras y no estaban para recoger los papeles que alguien pudiera tirar al suelo. Y le dije, qué poco pedagógico en lugar de mandarle un trabajo sobre los derechos humanos, que lo recogiera. Lo hizo.

Las azafatas de Air Comet, a las que el jefe de los empresarios Díaz Ferrán no pagó su sueldo y echó de su trabajo, han hecho un calendario –nota: impresionantes por cierto las comillas de LD sobre la necesidad del acto- para recordar que semejante individuo es un miserable. Tal vez usted, seguro que yo, primero pensemos al verlo que estas señoras están bien buenas. Pero, tal vez también, pase alguien por el pasillo y nos recuerde que antes de estar buenas son señoras.

Y ya, con ello, nos recuerde algo más. Que esa es la diferencia con los miserables individuos que jalearon a Díaz Ferrán: esos no son señores.

4 comentarios:

Un Oyente de Federico dijo...

Por si necesita Ud. más documentación:

Empleadas de una fundación de UGT se desnudan porque el sindicato las "despoja de todo"

También sacado de LD.

(Por cierto ¿que hace Ud. visitando los inframundos?)

-_- dijo...

Señoras, señores, personas... Mucha gente tiene la idea en la cabeza, idea muy criticable del capitalismo y de otros sistemas anteriores, de que la gente que hace una función son instrumentos insensibles, hombres-máquina y no seres humanos que simplemente desempeña una determinada ocupación laboral, profesional o funcional.

Si cobran por algo, su dignididad está comprada. ¡No caballeros! Está comprado su trabajo, nada más. Ni siquiera su motivación, imaginación, ni ilusión como carezcan de un líder empresarial torpe; que abundan, por cierto.

Cambiando de tema, el cuerpo humano (por ejemplo, el de ese calendarios) es algo tremendamente bello. Al menos para los propios humanos, claro. Las estatutas griegas y romanas clásicas y las renacentistas con desnudos siempre me han hecho sentir muy bien. Me parecen una expresión festiva de la alegría de vivir. Tanta naturalidad es liberadora. Posiblemente en una sociedad sin el pudor enfermizo desarrollado por varios agentes históricos el erotismo tuviese un papel distinto y/o menor.

Saludos cordiales,

Anónimo dijo...

y lo recogió!
yo el año pasado tenía una clase de 3º de Eso aficionada a ensuciar.

como medida educativa se les prescribió limpiar la clase un día a la semana durante un mes y llegaron diciendo que (sic) ni de coña lo iban a hacer, que a ver si ése era un instituto de muertos de hambre (otra vez sic) y que para qué estaban las señoras de la limpieza (más sic). obviamente, las familias estaban plenamente de acuerdo y dispuestas a dirigirse al director para que sus hijitos no limpiaran lo que manchaban.

es como lo de Alcorcón. los chavales se van de fiesta, asaltan por juego una comisaría, provocan destrozos, hieren a varios policías y si el juez les castiga a llegar durante un mes a las 10 a casa los padres atacan la medida porque es muy dura.

y luego te sale el ala ultra diciendo que no hace falta educación para la ciudadanía, los derechos, los deberes y lo que siempre se llamó urbanidad.

odradek

Un Oyente de Federico dijo...

Dice el Sr. M “Tanta naturalidad es liberadora”. No hace mucho estaría muy acertada su reflexión. Hoy la frase, para hacer justicia a las fotos, debiera de ser “Tanto photoshop es liberador”
Vivimos épocas de poca genitalización y mucha digitalización.
Los bonobos hemos descubierto el cibersexo.

De siempre me ha inquietado mi incapacidad para descubrir el porqué la progresía ve a la mujer con más dignidad, limpiando en el cole de Don Odradek que criando a sus hijos, por ejemplo.

Don Odradek, a los “ultras” no dicen que no hace falta “Educación para la Ciudadanía”, lo que decimos es que hace falta “Educación” y no adoctrinamiento.
Nadie le pone pegas a que el maestro diga a los niños que cedan su asiento en el autobús a una señora embarazada o a los ancianos, sino se lo han enseñado sus padres está bien que lo haga el profesor. Los “ultras” lo que tratamos de impedir es que con el pretexto de lo primero, se les dirija su sexualidad, se les enseñe a odiar el cristianismo y se justifiquen atrocidades como el comunismo, que es el verdadero objetivo de esa asignatura.

Por lo demás, siempre ha habido normas de urbanidad para escolares.
Tengo un ejemplar de “La Educación del Ciudadano” de D. Juan Palau Vera, publicado en 1918, donde encontrará Ud, que se les explica a los niños como funciona la sanidad pública, el parlamento, como dirigirse a los estamentos públicos, lo que cobra el Rey…
El Objetivo del libro lo resume el autor:
“¿Para qué desarrollar, el cuerpo, el carácter moral y la inteligencia? La contestación no puede ser más que esta: para formar buenos ciudadanos, es decir, miembros sanos y útiles de la Comunidad.”