martes, mayo 26, 2009

beeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

La misa es el rito de la común unión. Efectivamente, a ella no se va discutir, a reflexionar o a pensar por uno mismo. Ni tan siquiera se va a escuchar y juzgar. Se va sólo a demostrar la pertenencia a la comunidad. Sin fisuras. Por eso la gente se arrodilla a la vez, por eso la gente se pone en pie a la vez, por eso la gente se sienta a la vez. Hay una imagen del presunto ser superior: el buen pastor. Y el pastor vive de sus ovejas.
En un balido.

Llego al estadio. Es el Santiago Bernabéu, pero podría ser cualquier otro campo. En mi asiento me encuentro un papel recubierto de plástico. Hay hasta instrucciones escritas en él. Se pretende que cuando salten los jugadores generosamente pagados yo extienda mi cartulina para que, junto con otros, formemos un bonito mosaico de apoyo al equipo. Porque todos somos del Madrid –o del Barcelona, o del Atleti, o del Valladolid,…- Sí, pero unos pagan y otros, generosamente, cobran. Si miran el partido por televisión no sé si podrán ver un pequeño agujero en el impresionante mosaico de la afición. Seguramente, espero, haya más. Uno de ellos soy yo.
Pero hay más balidos.

Usted era una persona preocupada por la política. Lo era y aún lo es. Usted era, y no hay ni un ápice de ironía en todo esto, alguien que pensaba, y con razón, que el compromiso social era algo fundamental de su propia vida. Y usted se afilió con toda su buena voluntad en un partido político que creía que pensaba con usted hasta que lograron que usted no pensara y fuera como ellos. Y a usted, un día, le pusieron justo detrás del que hablaba en el mitin. Y recuerda que aquel político, un líder sin duda carismático, le daba la espalda. Y a usted, ese día, le dieron una bandera de plástico. Y le dijeron que a una señal la ondeara. Y usted, que había ido a ver qué le decía su candidato se extrañó. Pero cuando el regidor le dio la señal ondeó la bandera mientras pensaba que era lo mejor para lograr los objetivos de sus ideas. Y así fue un día, y luego otro, y otro… Y ahora, usted va al mitin de su líder y ya va atrás. Y ya coge su bandera de plástico y ya tras la cuenta atrás la ondea sin cuestionarse nada. Y se siente feliz mientras a una señal del regidor, cuando justo la televisón entra en directo, usted ayuda a la causa. Y ayuda, sobre todo piensa, a la emancipación de la humanidad con su bandera de plástico. Y luego vota.
Y se le escapa un balido que nunca pensó que pudiera ser suyo.


Cada personaje que va en busca del mago de Oz a la Ciudad Esmeralda, pide algo. Dorita quiere volver a Kansas, el León pide valor, el Hombre de Hojalata un corazón. Y el Espantapájaros pide un cerebro porque cree que podría pensar cosas que nunca ha pensado y luego podría sentarse a pensar más. Pero todos ellos, como se ve a lo largo de la magnífica novela y de la extraordinaria película, ya tienen lo que buscan. Porque Oz no es más que una farsa y ese valor y ese corazón y ese cerebro están ya en ellos mismos, aunque escondidos, desde el principio.
Y porque hay otra respuesta que el balido.

5 comentarios:

Un Oyente de Federico dijo...

Tiene Ud. un referente genial a su comentario en “La Vida de Brian”.

http://www.youtube.com/watch?v=jVygqjyS4CA

En los conciertos siempre nos negábamos a dar palmas, cuando nos decían que las diéramos, ni coreábamos el eooo…eeeo, cuando el lider carismático de la banda nos incitaba a hacerlo. Lo que hacíamos en estos casos era mostrar en alto nuestro dedo anular extendido.
Hasta que en un concierto de los “Sobredosis” descubrí que éramos más los que extendíamos el dedo anular que los que daban palmas.
Ahora canto el “cumpleaños feliz” y me agrarro a la mejor cadera que puedo en las “congas” de las bodas. Y disfruto de mi naturaleza de animal gregario.

Se va a misa el domingo porque es norma moral hacerlo y pecado no hacerlo. Y es norma moral por varios necesarios motivos:
— Porque lo normal era que si no se iba a misa se fuera trabajar, y el descanso es necesario. Dios lo hizo.
— Porque en el medio rural, se vivía aislado y si no ibas a misa no conocías a tus vecinos y no sabías sus problemas ni ellos los tuyos. Soluciones en común. Solidaridad. Comunión.
— Porque el objetivo del ritual era la renovación y transmisión de normas morales necesarias para el progreso de la comunidad.

Nada diferente y que no se haga en cualquier asamblea del más progre y modelno partido político u organización social, con sus rituales de gestos, puño el alto o brazo extendido entonando “La Internacional” o el “Horst Wessel Lied”.

Todo esto me parece razonable.
Entiendo que son grupos sociales con unos objetivos comunes.
Si tuviera que ponerle un ejemplo que sintetizara a la Civilización Occidental, el mejor que se me ocurre es una orquesta sinfónica interpretando “La Gran Puerta de Kiev” ¿Diría Ud. que son un rebaño balando al unísono?

Lo que no puedo entender es que para entrar a un espectáculo, te cacheen y te hagan pasar docilmente por un pasillo de policías.
Eso si que me haria sentir un borrego camino del redil.

Don Güapo dijo...

Aquí le dejo lo más parecido a una misa política. De izquierdas, por supuesto.

odradek dijo...

yo creo que esto de los rituales al final es cuestión de carácter, uno participa de mejor gana cuanto más le guste el gentío y más haya ahondado su sentir el insight publicitario del evento.

a no ser que sea obligatorio, como las misas de antaño y las manifas abertxulas, que si no ibas estabas apañao por el bien de la comunidad.

Anónimo dijo...

(primero perdón por las horas)

Estando de acuerdo en todo, sólo hago notar mi extrañeza en un asunto... ¿es que ustedes van al fútbol, a un concierto (de rock o de música sinfónica), o a misa... a pensar?

Y otra. ¿Por qué siempre hablamos de nuestra parte animal (o si gustan más, irracional) como si no fuera propia también nuestra, como si no fuera propia de "lo humano"?

Creo que a veces nos pensamos como una entelequia inexistente, incluso indeseable por monstruosa, y no tenemos en cuenta el contexto o situación. Creo que hay algunnos filósofos que se llaman a sí mismos "situacionistas". He de mirarlo. He de mirarlo.

Y digo bien, creo...

El Sanfe

Anónimo dijo...

Formo parte de un partido político, y debo decir que las charlas, conferencias y mítines, son lo menos importante en un trabajo para con la sociedad del cual estás (según usted "estabas")concienciado.
el auténtico trabajo sale (siempre según el partido por supuesto) de la voluntad, el esfuerzo, y las ganas que uno tenga, por lo que solo serán borregos de un rebaño los que quieran serlo.
Pero aquí entro en conflicto:
si según usted, borrego es el que ondea la bandera tras un conferenciante en un acto público, el que lejos de querer participar en la construcción de lo que él crea más conveniente, critica sin dar solución ni tomar iniciativa alguna, mientras deja que el "rebaño" siga su curso, entonces esa persona se convierte en... ¿el parásito de alguna oveja del rebaño?(y ni intención no es ni mucho menos la de tacharle de parásito, pues comparto muchas de sus opiniones que he podido leer en el blog) permitiendo que toda esa manada de "borregos" marquen el curso del viaje.

mientras algunos escriben críticas en un blog, hay gente que se mueve, que se organiza, que lucha, que debate, y que acuerda (entre todos los participantes de esa agrupación) la forma más adecuada (nunca estarán todos de acuerdo, pero eso es democracia) de llevar acabo lo que quieren conseguir.

existe el borrego que agita la bandera, y siempre estará, pero también existe el que ondea la bandera tras haber participado de la elección de su conferenciante, tras haber decidido la línea política de su discurso, y a sabiendas de que su ondeaje no es imprescindible, pero es mejor que quedarse en casa sin hacer nada a sabiendas de que éste sistema no funciona, y hay que cambiarlo.

formar parte de un grupo no es ser un borrego. centralismo democrático como solución viable.