jueves, febrero 12, 2009

KANT

Muchos nos hemos educado en el cine del oeste. Y nos hemos educado creyendo que la justicia estaba por encima de nuestros deseos. Y que el bien era más importante que nosotros mismos. Luego, descubrimos que eso era, también, Kant.

Hoy, 12 de febero, se cumplen 205 años de la muerte, para siempre, de Kant. Es ingenuo pensar que esto pueda ser un homenaje a aquel que no nos enseñó filosofía sino a filosofar. Es, por ello, sólo un recuerdo. Y como tal recuerdo y como homenaje dejamos una idea suya que consideramos la más noble que jamás se tuvo y a su lado, como también nos enseña la propia filosofía, la referencia exacta donde pueden encontrar esta idea expresada por el propio autor -y tal y como se hace en filosofía remitiéndonos a la denominada edición príncipe de la Crítica de la Razón Pura (en A 234)-, para que ustedes puedan conocer si nuestra interpretación es correcta o no. Pues sin duda este breve artículo quedaría mejor sin la anterior acotación pero también más falso. Y en filosofía hay un compromiso, pase lo que pase, con la verdad. Y por ello es lo más hermoso que hay.

Decía Kant, en definitiva, que lo más importante no es ser feliz, sino ser digno de serlo.

4 comentarios:

cesarvallejomendoza dijo...

Quizá, D. Enrique, le falte considerar un criterio para ser dignos de felicidad. Si no se establece dicho criterio, nos conformaremos con ser felices aplastando con la suela de nuestros zapatos los pies que se encuentran más próximos a nosotros cuando viajamos en el Metropolitano de Madrid.

cesarvallejo

Un Oyente de Federico dijo...

Tiene razón este chico. Conseguir la felicidad es facil. Además se puede comprar, como la honra o el honor.
Pero la dignidad, no depende de uno mismo, hay que ganársela y conseguir que los demás la perciban.

Enrique P. Mesa García dijo...

Dos cosas:
1.- SEr digno de ser feliz no es serlo. Por eso ya es un criterio. Es decir, no todo el feliz es digno de serlo.
2.- La dignidad no hay que conseguir que los demás la perciban: eso es, precisamente, el honor. La dignidad es propia, el honor social.

cesarvallejomendoza dijo...

Siento contradecirle, D. Enrique. Establece una distinción entre feliz y digno de ser feliz. Sin embargo, dicha distinción no permite vislumbrar el criterio en el que se asienta el "digno de ser feliz".
Una pregunta. Resulta evidente que puede que el feliz no sea digno de ser feliz. Sin embargo, ¿todo digno de ser feliz es feliz?

cesarvallejo