viernes, julio 28, 2006

PANFLETO ANTIPEDAGÓGICO/2

Antes de nada, una nota. Desde ahora, cuando hablemos del Panfleto antipedagógico nos referimos no al libro, que no hemos leído, sino al documento en PDF que circuló en Internet y que agradecemos desde aquí que su autor colgara. Por ello, todas las citas y textos pertenecen a dicho documento.

Comencemos analizando la mayor: dice el autor del texto que nunca han sido los conocimientos de los alumnos tan bajos ni el desánimo del profesorado tan grande. Dejaremos ahora a un lado el desánimo de los profesionales, ¿tal vez faltos de motivación?, pues no conocemos método de medirlo y nos centraremos fundamentalmente en los conocimientos de los alumnos. Observemos la frase: nunca han sido los conocimientos tan ridículos. Y creemos que es una idea no personal sino general del profesorado sobre los alumnos: estos cada vez, es decir comparando con tiempos pretéritos, saben menos (y por supuesto la culpa no es en absoluto del profesorado). Sin embargo, es una hipótesis que no se contrasta. Y una hipótesis fuerte. Porque si analizamos lo dicho veremos que no se trata de que los alumnos no sepan lo que deberían saber ahora –con lo cual estaríamos de acuerdo- , sino que, y eso es importante, los alumnos de anteriores sistemas educativos sabían más que los de ahora.

Y alguien podrá decir: evidentemente. Pero evidente ¿por qué? ¿Qué datos da el autor, aparte de su experiencia personal que siempre tiene cualquier profesor en boca, para asegurar algo tan importante? Porque si revisamos los datos que tenemos no podríamos llegar a esa conclusión. Es más, si analizamos los datos veremos que actualmente España tiene, en comparación con años anteriores, los mejores datos educativos de la historia.

En primer lugar, analicemos los números de la educación. Para ello, no voy a retrotraerme a épocas muy pasadas sino solamente a la comparación entre el año 1978 a aquí. Dicha comparación la realizo de acuerdo a los datos presentados por el INE en su último estudio comparativo sobre los 25 años de la Constitución. En él, y en el apartado dedicado a educación, podemos ver que en 1978 la población entre analfabeta y sólo con estudios primarios (población de más de 16 años y con estudios terminados) era de un 79,9 %. Sin embargo, en el año 2002 era de un 39,6 %. Aquí creo que todo está ya dicho.

Pero, y esto es lo segundo, estamos hablando en realidad de la calidad de la educación. Según el panfleto, y luego veremos como esta idea se refuerza a lo largo de los capítulos, la educación ahora es peor que la de hace años, o dicho de otro modo, la educación antaño era mejor. Desde luego, no voy aquí a defender la LOGSE, me remito a mi artículo citado anteriormente, ni a la LOE, que son dos leyes basura, pero sí que me interesa analizar la crítica que hace la derecha sociológica a la LOGSE. Según ellos, como ya hemos señalado, la educación anterior era mejor y se aprendían más cosas, pero no se enseña para nada ningún estudio o análisis que avale esa idea. Sin embargo, el único estudio que sí conozco que compara los dos modelos en una muestra (del INCE, organismo del Ministerio de Educación, y de 1997) daba los siguientes resultados.

Comparando a los alumnos de 8º de EGB con los de 2º de ESO (por edad: 13-14 años) eran estos:
- En gramática y literatura, los alumnos de EGB estaban por delante de los de ESO.
- En comprensión lectora, Geografía e Historia y matemáticas los alumnos de ESO estaban por delante de los de EGB.

Pero en ambos casos, las diferencias eran mínimas.

Por lo tanto, parece claro que el anterior sistema no era tan bueno frente al actual como la derecha pretende. Ahora bien, el actual sistema, y el futuro sospecho, es una porquería y es cierto que los alumnos no aprenden nada (o casi nada). Sin embargo, parece claro también que si ahora no aprendían nada, antes tampoco que es precisamente lo que no dice el panfleto.

Pero, ¿por qué no lo dice? ¿Por qué lo que se hace, en lugar de comparar lo que se aprende con lo que se debería/podría aprender, es compararlo con lo que se aprendía? Porque es este un tema muy interesante de la crítica que se realiza a la LOGSE. Y es que en vez de anlizarla desde la posibilidad se la analiza desde las condiciones anteriores. ¿Y por qué? Pues precisamente porque las condiciones anteriores significaron un autentico chollo para el profesorado de secundaria.

Pero, esto queda para artículos posteriores.

martes, julio 25, 2006

PANFLETO ANTIPEDAGÓGICO/1

Ustedes seguramente lo habrán oído nombrar: Panfleto antipedagógico. Parece una crítica feroz del actual estado de cosas en educación. Y nosotros, que ya hemos hablado aquí contra la LOGSE, 1 y 2, y contra la LOE, no podríamos permanecer callados ante algo que está tomando cuerpo en el mundo de la educación y especialmente en el privilegiado profesorado funcionario: el panfleto tiene toda la razón.

Pues bien, vamos a partir de ahora, en vacaciones porque estamos convencidos de que los educadores no descansan tanto como se dice, a analizar este documento para intentar demostrar que no esconde más que la vieja crítica social de la derecha por parte de un colectivo, el funcionariado docente, que cubierto de privilegios, ha decidido presentar una campaña de opinión a su favor. Y no es que dudemos de la educación española sea una basura: lo es. Sino que dudamos, sinceramente, de que las causas de ese inmenso estercolero que es el sistema educativo de este país sean las que este panfleto, y con él la voz de un amplio sector del profesorado, señalan.

jueves, julio 20, 2006

MEMORIA HISTÓRICA O RESPONDIENDO A D. RICARDO/ 1

D. Ricardo ha publicado un artículo en su indispensable bitácora sobre mi escrito titulado Memoria (selectiva) histórica. En él critica, con su contundencia habitual, mis afirmaciones. La primera parte de mi crítica va a tratar sobre la interpretación que D. Ricardo hace de mi artículo y que yo creo está totalmente desenfocada. Pero, en lugar de achacar dicha mala interpretación al lector tal vez convendría, y no sólo a nivel particular, empezar a pensar que quizás los licenciados en filosofía y que vamos de filósofos escribimos para nuestro ombligo. Efectivamente, si D. Ricardo, que es una persona culta y con unas ideas políticas y sociales cercanas a las nuestras, no nos entiende quizás sería el momento de empezar a pensar que la culpa no es tanto del público sino nuestra. Y analizar qué hay en nuestra expresión, tal vez una falsa profundidad a través de párrafos eternos o quizás un intento mal llevado de plasmar la propia complejidad de lo real, que impide ser entendido. Y esto, creo, es un tema muy importante. Aunque, a tratar en otro momento.

Pero, me parece, que hay que contestar concretamente a D. Ricardo en su crítica. Y divide ésta en dos partes. Primera, señalando que la ley no busca hacer una interpretación de la historia tal y como nosotros decíamos. Segundo, atacando el fondo de la cuestión sobre la propia idea de historia. Por eso, a su vez, nuestro artículo tiene una primera y una segunda parte. Esta, dedicada al hecho concreto; la segunda, más teórica, empeñada en intenta clarificar la idea de historia.

Según D. Ricardo la ley de memoria histórica no pretende imponer una interpretación de la historia. Y me pide que dé datos al defender yo que sí lo intenta. Bien, como la ley todavía no existe resulta difícil hacerlo y tampoco sería justo referirnos a proyectos. Así que nos centraremos en la que ya está que es la Ley 24/2006, de 7 de julio, sobre declaración del año 2006 como Año de la Memoria Histórica. Si se lee bien lo que dice, llamarán la atención dos frases:
Aquella etapa de nuestra historia [se refiere a la II República] constituyó el antecedente más inmediato (…) [de] nuestro actual Estado social y democrático de Derecho.
Primera interpretación: la República como antecedente. Como la República no pudo ser el antecedente temporal de la actual democracia, pues entre medias estuvo la dictadura de Franco, sólo puede ser el antecedente político. Pero, lógicamente, un antecedente político, es decir: ideológico, es ya una interpretación histórica. Igual sería hablar de la Restauración como antecedente, de las cortes de Cádiz o de la I República, por cierto la gran olvidada. No se trata por tanto de un hecho histórico sino de una interpretación histórica en la que se plantea, saltándose el contexto y el tiempo, la contigüidad entre un régimen y otro. Y lo importante aquí no es si uno interpreta como correcto que hubiera esa contigüidad, sino que eso es ya una interpretación histórica que puede ser cierta o no pero, creemos, no corresponde al Parlamento ni al gobierno realizarla por Ley.

La segunda idea es aún más interesante porque señala el mito que se repite, incluido D. Ricardo, en la autodenominada izquierda.

Hoy resulta así oportuno recordar y honrar a quienes se esforzaron por conseguir un régimen democrático en España, a quienes sufrieron las consecuencias del conflicto civil y a los que lucharon contra la dictadura en defensa de las libertades y derechos fundamentales de los que hoy disfrutamos.

Y el mito es que los luchadores antifranquistas, todos, luchaban por la libertad y la democracia. Sin embargo, aquí hay que ser políticamente incorrectos: ¿alguien cree que un militante del Partido Comunista luchaba por la libertad y la democracia? ¿Alguien cree que la Pasionaria, por ejemplo, que tan gratamente estuvo en la URSS de Stalin, luchaba por la democracia y los derechos fundamentales? Pues nadie lo cree pero el temor a que al decirlo se esté haciendo el juego a la derecha impide señalarlo. Pero la realidad, y sobre esto el otro día publicó un ejemplar artículo Santos Julia en El País, es que muy pocos de los luchadores del bando republicano, y ninguno por cierto del bando nacional todo sea dicho, pretendían defender la democracia, la libertad o los derechos fundamentales: ni los socialistas, ni los comunistas (tampoco los troskistas, no crean, así que eliminen de la lista a Nin y Maurin) ni, por supuesto, los anarquistas. La libertad -no lo olvidemos: ¿Libertad para qué?- no contaba entre las ideas fundamentales de casi ninguno de los grupos fundamentales de izquierdas desde la conversión de la filosofía de Marx en dogmática. Y no por ocultarlo, tal vez haga falta una ley de la memoria histórica sobre el comunismo y la izquierda que tanto calló, se convierte algo en verdad. Es ingenuo pretender que quienes acudían enfervorizados a los congresos de los partidos comunistas del este de Europa, y o hace tanto, o quienes defendían las dictaduras comunistas, y todos los que hemos estado en un partido comunista lo hemos vivido, fueran a dar su vida por un derecho, que denominaban formal y burgués, como la libertad. Y es tan ingenuo como ahora cuando los revisionistas de derechas pretenden presentar un ejército o una Iglesia defendiendo la unidad de España o el orden en el 36. Pues tampoco, sólo buscaban defender sus privilegios a costa de la mayoría de la población. Y fue, contra esa misma mayoría, en realidad por lo que fueron a la guerra.

Por eso, trago saliva cuando paso por ciertos pueblos de España y veo un busto a la Pasionaria o un centro educativo, ¡un centro educativo!, que se pueda llamar como la estalinista Dolores Ibarruri. E igual trago saliva cuando un colegio en Madrid se llama como el indeseable José Calvo Sotelo. Y no entiendo, sinceramente, qué le pasa a la gente que le puede parecer bien una de las dos opciones o callar ante sus desmanes mientras, cual martillo de herejes, persigue la otra incluso por ley. Porque la historia de la guerra civil es una historia sucia y no angelical. Y, además, también hay que decirlo, es una historia vieja que, al igual que a mi generación la guerra de África, a la actual juventud les debe sonar a polillas y tanques de juguetes frente a lo que vino después. Y por eso tampoco se entiende el empeño en sacarla una y otra vez a colación como el abuelo Cebolleta, ¡ah la memoria histórica!, sacaba de su triste memoria una nueva, ¿nueva?, batallita.

martes, julio 18, 2006

“RESISTENCIA/INSURGENCIA” IRAQUÍ

Oferta de trabajo mortal
57 obreros mueren en Irak después de que un terrorista les atrajera hacia su furgoneta-bomba bajo la promesa de darles empleo

EFE / ELPAIS.es - Bagdad / Madrid
ELPAIS.es - Internacional - 18-07-2006. 23:30 HORAS

Si ayer sorprendía el método utilizado para cometer un atentado en un mercado de Mahmudiya, donde 60 civiles murieron acribillados por pistoleros, el de hoy más si cabe. Un terrorista ha conducido su furgoneta-bomba hasta la esquina donde los trabajadores chiíes de Kufa se concentran cada día para buscar trabajo. Les ha ofrecido empleo, muchos han subido a la furgoneta y, con el vehículo a rebosar, ha activado la carga explosiva. 57 obreros han muerto y 92 han resultado heridos.

¿Resistencia era la palabra?

MEMORIA (SELECTIVA) HISTÓRICA

¿Se puede en democracia hacer leyes de memoria histórica? ¿Se puede decir lo que la gente debe interpretar históricamente? Parece que la respuesta es no. Ni el gobierno ni el Parlamento de una democracia tienen el derecho de decir lo que uno debe pensar sobre los hechos históricos. Y eso es porque es una democracia. Y ese aspecto formal es importante. Y mucho.

Pero, aparte hay otro hecho que desenmascara, si el anterior no fuera suficiente, ese aire de la autoproclamada izquierda. Porque la idea que se maneja de la Memoria Histórica es curiosa. Por un lado, se refiere en exclusiva a un periodo determinado y corto de la historia de España. Por otro, sólo sirve para a un bando de dicho periodo. Resulta así una memoria, como toda por otra parte, muy selectiva. Pero aquí con un problema: se pretende impone por ley. Y una ley, al menos esa es su definición, es obligatoria.

Empecemos por el principio. Lo primero que se viene a la mente es por qué la ley de memoria histórica, obsérvese el nombre, sólo se refiere al periodo de la República, la guerra civil y la dictadura de Franco. ¿Tan poca memoria? ¿Víctimas, tal vez, de haber estudiado con la LOGSE? Porque si la idea es honrar a las víctimas de la historia (es decir, tener la memoria histórica) no se debería olvidar que en realidad la historia se construye sobre el sufrimiento y no es más que eso. Así, del mismo modo que la Gran Muralla China está cimentada sobre los cadáveres de sus obreros, la marcha de las historia está construida sobre la muerte de las personas y su dolor. Y no es una figura retórica, sino real. Decía Walter Benjamin que detrás de todo documento de cultura hay uno de barbarie y es cierto. Y, de hecho, la mayor memoria histórica, para las víctimas y de forma injusta pues no las nombra, son precisamente esos documentos de cultura, escasos, que fueron posibles con, y no olvidemos, su sufrimiento. Así, detrás de Las Meninas o de Shakespeare está lo miserable y absurdo de miles de personas que vivieron una basura de vida para las que la historia nunca tendrá un recuerdo. Miles de vidas perdidas y cuyo único sentido, y no lo es pues ni ellas mismas lo pretendieron, es con su vida miserable haber dado forma a legados de cultura cuajadas de esperanza sobre que el mundo podría ser de otra manera mientras ellos mismos no eran sino vidas producto de la barbarie.

Así, no se entiende la fijación del gobierno de Zapatero por limitar la memoria histórica. Y no se entiende porque, presuntamente, es un gobierno de izquierdas. Y la izquierda es algo más que mi barrio, mi pueblo, mi nación o mi club social, incluso hoy todavía. Decía Marx que la fuerza emancipatoria del proletariado era su carácter universal, es decir: que su liberación implicaba la liberación de la humanidad. Y por ello mismo, la memoria histórica no debería seleccionar unas víctimas sobre otras pues eso sería, ya, desmemoria hacia el dolor global.

Pero, alguien podría decir que se trataba de rendir tributo a las últimas víctimas de la última guerra de España. Lástima, sin embargo por dos motivos. El primero, porque la última guerra de España no fue la civil sino la de Ifni (ah, la memoria histórica); segundo, ¿y por qué tan cortos de mira? ¿Por qué debe la memoria histórica limitarse a la guerra civil del 1936? Seguramente la historia de España desde el siglo XIX sea la historia de una guerra civil (salvo el periodo democrático actual). ¿Entonces?

Y entramos aquí en la segunda parte. ¿Por qué limitarlo? Porque en realidad no es la memoria histórica ante el sufrimiento sino, otra vez, el deseo de dominio. En el fondo, lo que late en la idea de la memoria histórica no es más que la frustración ante haber perdido la guerra y no ser sus tropas las que desfilaran en desfile de la victoria. Y algo más como es la permanente actitud del gobierno de ZP: socialmente de derechas, ideológicamente, y nunca mejor utilizada esta expresión, de izquierdas. Así, comprando la ñoña memoria de una República convertida en mito, y ya en mito fundacional con la Ley, otra vez por ley, 24/2006, la idea de la autoproclamada izquierda es precisamente reconvertir su versión idílica de los hechos en obligada versión: Ley. Pero, eso ya lo hizo Franco.

En sus Tesis sobre filosofía de la historia presenta Benjamín la imagen de la historia como la de un ángel que impelido por el viento avanza inexorable hacia delante mientras gira la cara hacia atrás y contempla una catástrofe única. Nada podrá ya salvar a las víctimas de la desgracia que ha sido la historia de la humanidad. Ni tan siquiera que se consiguiera, tan lejano, un mundo justo. Pero la fuerza de la imagen de Benjamín está en esa idea de catástrofe única donde están las víctimas de la historia: Lorca y Muñoz Seca; las mujeres soviéticas y las de Berlín. No se trata de de que todos los bandos sean iguales, pues no lo son, sino de que las víctimas inocentes sí lo son. Porque el progreso no es la selección de las víctimas, sino precisamente, como en los documentos de cultura, su presencia oculta reivindicando algo distinto. Tal vez, un mundo más humano y mejor.

viernes, julio 14, 2006

UN LUGAR EN EL MUNDO

Me sentía yo ya mal tras comprobar que ahora era de izquierdas ser un paleto -nacionalista, se llama nacionalista, que nunca aprenderás- y yo sin amar a mi estado, mi nación, mi patria, mi país, mi región, mi ciudad, ni a mi barrio ni a mi tiesto.
Parecía destinado a no tener un lugar en el mundo. Sin embargo, Internet, mi patria chica, me lo ha dado.
De entre toda la población mundial, unos 6.000.000.000, yo ocupo un puesto. Modesto, sin duda, el mío es el 221.625.827, pero un puesto.
Ya no me siento tan miserable. Mi cuenta corriente me da un sentido. No sé si hacerle una bandera. O un himno. Incluso un estatuto.

LA LEY DEL SILENCIO

"El proceso del fin del terrorismo
El PSOE acusa a los populares de desempeñar el papel de altavoz de la banda terrorista

CAMILO VALDECANTOS - Madrid
EL PAÍS - España - 13-07-2006


Los grupos parlamentarios del Congreso optaron ayer por recomendar "silencio", "discreción" y "poco ruido" para favorecer el llamado proceso de paz emprendido por el Ejecutivo con ETA."

El Congreso de los diputados me ha pedido, a mí también, que me calle. Deben querer decir que no opine. Así, con el gracejo de quienes nos representan han decidido solicitarme que no diga nada. Y a usted también se lo solicitan.
Tal vez han olvidado que esto es una democracia

miércoles, julio 12, 2006

UN JUEGO (PEQUEÑO) PARA PROGUES Y DE IZQUIERDAS/2

Decíamos en nuestro escrito anterior que algo fallaba en la entrevista, ya sólo fijándonos en las preguntas. Y que eso que fallaba, para nosotros muy importante, era un síntoma de aquello en que se está convirtiendo la izquierda, aunque no sea nuevo y tenga que ver con, curiosamente, la lectura socialdemócrata y leninista del pensamiento de Marx.
Si releemos las preguntas, un total de 32, notaremos algo asombroso. La primera y única llamada a la conciencia, es decir: al juicio moral, se da en la pregunta 30 en la que explícitamente los entrevistadores la señalan al hablar de la eutanasia. Y así, de todos los temas que trata la entrevista, muy bien explicitados por D. Pocholo en su comentario, el único que merece la apelación a la moral es aquel que no se refiere a política. ¿Qué significa eso?

Pues la cosa parece clara. Que la distinción entre política –referida a la vida pública de la gestión exclusivamente- y moral –referida a la vida personal y privada- se admite de suyo. Y por eso la conciencia sólo aparece al hablar de la vida privada, pero no al hablar de la cosa pública (la política). Y así se admite, a su vez, el viejo ideal liberal: la distinción entre vida privada y vida pública (en cuanto política) y, con ella, la distinción entre el mundo social y la vida personal (el mundo interior ese que tiene todo el mundo menos, ya es triste, uno mismo).

Así, la moral aparece como un asunto personal, alejado de la practicidad que debe imperar, ¿por qué?, en la política. Y todo ello desde la lógica de la gestión. Porque lo que aparece en la entrevista es la nueva, aunque como ya dijimos al principio no tan nueva, izquierda: prágmática en política, avanzada (presuntamente) en moral.

Pero, tampoco avanzada en moral. Porque al hacer de ésta un asunto privado destruye, precisamente, su fuerza. Aunque eso, ya, otro día.

lunes, julio 10, 2006

UN JUEGO (PEQUEÑO) PARA PROGUES Y DE IZQUIERDAS/1

Usted siempre se ha sentido de la autodenominada izquierda. Usted, además, se siente progresista. Incluso, puede pensar en irse de vacaciones a Cuba. Pues para usted hemos pensado, yo y yo, este juego. Breve pero, creemos, interesante. Va usted la leer las preguntas de ayer en la entrevista a Maragall (las reproducimos a continuación) publicada por El País (usted es progre, ellos también). Encima la entrevista la firma, entre otros, Josep Ramoneda. Todo tan progre...
Pues el juego es ese. Descubrir qué está mal, qué falla en tan progresista y, autodenominado de izquierdas, panorama. Y sólo descubrirlo en las preguntas de un intelectual ya no en las respuestas de un político profesional. Descubrir, en fin, qué hay detrás de esta ideología, y por sus preguntas, tan aparentemente progre.
Y si lo descubre, o cree descubrirlo, escríbalo por favor en el comentario. Y piense que sólo es un juego. Que si no lo sabe no pasa nada. Porque aquí nadie gana nada (se lo puedo asegurar). Tranquilo, viaje a Cuba o póngase a pagar ese piso que va a comprar como inversión. Porque estas cosas nimias sobre reflexión y demás a usted, ni a mí seamos sinceros, pueden pararnos en nuestra carrera de progresistas sin tacha.
Y tan encantados, ¡pero tanto!, de habernos conocido a nosotros mismos. Porque, en fin y sin lugar a dudas, somos de izquierdas.
Somos de izquierdas, somos de izquierdas, somos de izquierdas, somos de izquierdas,…

Pregunta. ¿La aprobación del Estatuto ha puesto a Cataluña en el camino que usted quería?
P. ¿Un salto a la altura de un cambio generacional?
P. El Estatuto, ¿cambia la relación de Cataluña con España?
P. ¿Eso equivale a liquidar la opción federalista?
P. Mientras haya excepciones...
P. Con una excepción tan grande como la vasca, ¿puede haber federalismo?
P. Los efectos colaterales del Estatuto, ¿son los costes que pagar por el enfrentamiento entre Cataluña y España, los recelos del PSOE, la caída del tripartito, su renuncia...?
P. ¿Qué motiva que con tanta facilidad se reproduzca en España un mecanismo de fractura en dos partes?
P. ¿Se consiguió la alternancia sólo como un paréntesis? ¿Qué pasará si la izquierda pierde las próximas elecciones?
P. En las próximas elecciones ¿ya no se enfrentarán los buenos catalanes contra los malos?
P. Lo cierto es que el proyecto de gobierno de la izquierda catalana se fue al garete...
P. Sí, sí... Pero se acabó.
P. De su reflexión se desprende que si un Gobierno de izquierdas se mantiene años en el poder es porque se ha vuelto de derechas...
P. Hoy, ¿qué es ser de derechas o de izquierdas?
P. En España, ¿cree usted que entienden sus mensajes sobre la España plural? ¿O pasa como cuando predicaba la bicapitalidad Barcelona-Madrid, idea que en Barcelona se entendía muy bien, pero en Madrid no.
P. Tras su adiós, en los bares se escuchaba la frase: "A Maragall se lo han cargado los suyos".
P. Tragedia y comedia se mezclan en la vida: gente de su partido coincide con la opinión de la calle.
P. Pues sí. Dicen que estaban hartos, no tanto de usted como de algunos de sus asesores personales.
P. A esa dramatización se ha de añadir que a quienes ayer se lo cargaron ahora les ha entrado pánico.
P. Desde el partido, ¿se le pidió que continuase?
P. Que no le pidiesen que repitiese como candidato, ¿era una sugerencia para que lo dejase correr?
P. El PSC no anda sobrado de líderes mediáticos. Usted reconoce no serlo y Montilla no entusiasma.
P. Otra cosa que se escucha en los bares: una reedición del tripartito acoquina.
P. En este despacho ¿ha sentido soledad estos días?
P. ¿Qué le ha aportado la experiencia del poder?
P. Cuando usted era alcalde, Barcelona conquistó un lugar en el mundo. ¿Cataluña lo ocupa hoy?
P. La posibilidad de ser Estado, ¿ha pasado definitivamente?
P. Cuatro problemas a afrontar. Uno: la inmigración. ¿Qué hacer?
P. Segundo problema: Josu Jon Imaz dijo que los más acérrimos defensores de la supresión de fronteras eran los delincuentes transnacionales. ¿Cómo afrontar problemas globales a escala local?
P. Tercer problema, quizá el más peliagudo, porque afecta a conciencias: ¿cómo afrontar el debate sobre la prolongación de la vida cuando ésta ya es vegetativa?
P. Cuarto problema: la descentralización en ciertos temas parece que puede originar más problemas que beneficios. La proximidad, ¿es un factor de corrupción en el urbanismo de pequeños municipios?
P. ¿Ha tenido que sacar a alguien de su despacho por tratar de comprarle?

domingo, julio 09, 2006

EL PARAÍSO PERDIDO







Ellos volvieron
su mirada hacia el Este del Paraíso
y contemplaron la que había sido su morada feliz,
bajo la onda de la llameante espada
y la puerta cubierta de terribles
semblantes y de centelleantes armas.
Derramaron, como era natural,
unas lágrimas que pronto se secaron;
el mundo se extendía frente a ellos
para escoger su mansión de reposo
mientras la Providencia era su guía.
Cogidos de la mano y con paso
incierto y tardo, a través del Edén,
emprenden su solitario camino.

Jonh Milton, El Paraíso Perdido, final.
(traducción de Esteban Pujals)

UN PEQUEÑO RECORDATORIO


Esta mujer, acusada de matar en Barcelona a una serie de señoras, es inocente hasta que no se demuestre lo contrario.
Y sólo se puede demostrar su culpabilidad, pues ella no tiene que demostrar su inocencia, en un juicio.
Y resulta indignante que la prensa, siempre autodenominándose libre, ya haya sacado su foto y su nombre.
Y toda la prensa, sin excepción.
Porque ya la han juzgado

viernes, julio 07, 2006

PAZ Y RENDICIÓN/2

Analicemos, después de nuestro artículo anterior, algo más. Dice Zapatero en su declaración:

En más de una ocasión me han escuchado decir que el futuro de Euskadi exige un gran acuerdo de convivencia político. Concretamente, en el debate sobre el Plan Ibarretxe, "si vivimos juntos --afirmé en aquella ocasión--, decidimos juntos". Un gran acuerdo político de convivencia.

A ver, una cuestión. ¿Es que ahora no hay un acuerdo de convivencia? Cualquier ciudadano de Bilbao, por ejemplo, tiene una serie de derechos democráticos. Eso, que uno sepa, sería su acuerdo de convivencia. Los únicos que han roto dicho acuerdo son ETA y su entorno, por lo tanto no se entiende bien a idea de acuerdo. ¿Acuerdo para quien? Porque se supone que un acuerdo no se hace sólo en aras de que todo el mundo esté contento sino con una visión un poco más, cómo decirlo, tal vez de izquierdas: con justicia. Si el acuerdo actual era injusto se tendría que haber dicho hace tiempo. Si no lo es, ¿por qué cambiarlo? Es decir, el gran acuerdo de convivencia está ya y por lo tanto lo único que se debe exigir es que quienes no lo acatan a través de la violencia y el delito vayan a la cárcel.

Pero, ¿cuál será el acuerdo? Pues la reunión con Batasuna señala un principio. No se trata, no crean, de romper España -por cierto, al fin y al cabo España como unidad inquebrantable es tan mito como Euskalherría o el País de Oz y su existencia como nación o, ahora, realidad nacional-, sino de algo más simple: hegemonizar la sociedad para seguir ganando. Cuando los partidos ya se han convertido exclusivamente en instituciones sociales que buscan el poder, la idea clave de todo este proceso, vamos a ser serios, no hay que buscarla en ansias de paz, aunque sean infinitas, sino en el propio poder.

Así la negociación con ETA y Batasuna, pues van en el mismo pack, debe entenderse en una clave estratégica de o bien acceder al poder o bien mantenerse en él.

En primer lugar, analicemos la situación en el País Vasco. ¿Qué se busca? Derrotar al PNV o, al menos, hacerle negociar cuotas de poder. Y para ello, con el empate técnico actual más el previsible hundimiento del PP por no haber apoyado la paz (o sea, la rendición), poder negociar en una actitud de fuerza siguiendo el ejemplo (fracasado) del tripartito o, aún mejor, presentando el fantasma de Batasuna para pactar en realidad con el PNV. La idea es simple y consiste en que el PSE tendrá para pactar una bala en la recámara: Batasuna y sus votos. Así, el PNV perderá su hegemonía (los votos de Batasuna resultan claves) y el PSE ganará cuota de poder.
Pero, y aquí está el segundo punto, ¿y en las elecciones generales? Una vez visto que la política económica de PSOE y PP es la misma y que no logra despegarse en las encuestas, lo único que parece poder ser un elemento determinante es el fin, como sea, de ETA. Efectivamente, las encuestas que hasta hace poco marcaban una paulatina tendencia al acercamiento del PP al PSOE se han vuelto a separar, de hecho, con el tema de la negociación. Si ésta triunfa, es decir: si como sea ETA deja de matar, el PSOE volverá a ganar las elecciones. Si no, si ETA vuelve a matar (pues cualquier otro tipo de terrorismo, como la extorsión, ya se ha visto que no cuenta) perderá las elecciones.
Pero, ¿quiero esto decir que Zapatero es mala persona? Pues no, porque como ya comentamos no se trata de algo relacionado con la conciencia individual sino con estructuras sociales objetivas. Del mismo modo que el empresario disocia su ética personal de la pública donde cabe la explotación, y no por ello es mala persona, el político, en aras de la profesionalización, realiza la misma tarea.
¿Y el PP? Porque parecería que aquí es el bueno. Pero, nadie se engañe, tampoco. Tan institución social como cualquier otro partido su estrategia se entiende desde el mismo paradigma aquí presentado. Pero eso, ya, otro día.

martes, julio 04, 2006

SUPERANDO LAS IDEOLOGÍAS

Si tiene usted la foto de algún ser humano agonizando entre amasijos de metal por el accidente de metro de hoy en Valencia no lo dude

ABC
El Mundo
El País
Y tal vez algun medio más que yo no haya llegado a mirar le piden que envíe sus fotos

Puede usted hacerlo conjuntamente con las del cumpleaños de su hijo, quizá su boda, tal vez sus vacaciones en la India ( rodeado de pobres, quedan siempre tan bien los pobres en las fotos) o la agonía de algún familiar cercano.
Tal vez su madre con Alzheimer pregúntandose quién es
o, quién sabe, algún sobrino con síndrome de Down (pero, no lo olvide, que se lo note al muchacho).

Ya se sabe que la información no conoce límites ni fronteras.
Y que hay cosas que superan la ideologías y el clima de crispación.

LA ESPAÑA PLURAL

Según informa hoy El País en su edición digital, hay en vías de desarrollo 16 recursos contra diversos estatutos.
Es, por fin, la España plural.